Bienvenido al blog, aquí encontrarás terapias y alternativas a la medicación para niños hiperactivos. Porque no todos los niños hiperactivos son TDAH.

La finalidad de este blog es dar a conocer mi experiencia como madre, mi día a día alternativo.


Por mucho que mediquemos si el diagnóstico es erróneo, es decir no hay un problema neuronal sino un problema de visión, de oído, de estrés, de alimentación no adecuada o de lateralidad cruzada, lo único que haremos es empeorar a nuestros hijos. Porque el problema de fondo continuará.

Entra, lee, mira, escucha y dame si te apetece tu opinión y sobre todo tus consejos.


martes, 26 de marzo de 2013

Osteopatía infantil

La Osteopatía está especialmente indicada en niños, ya que la etapa desde el nacimiento hasta la pubertad es la que más acusa las influencias internas y externas. Al ser en estos años donde la evolución y crecimiento es aún un hecho, donde numerosas estructuras están en formación y consolidación, es el tiempo donde la Osteopatía puede aportar ventajas definitivas. El niño tiene unos potenciales altísimos de adaptación y corrección. Estos son aprovechados por el osteópata, para incidir de forma sutil, suave, nada agresiva y con un profundo respeto hacia la naturaleza innata del niño.
La Osteopatía es como la Homeopatía dos disciplinas que pueden ayudar al niño en numerosas patologías y que no presentan ningún efecto secundario ni nocivo.

La Osteopatía Cráneo-Sacral en niños

Signos tan habituales, y a veces poco tenidos en cuenta como los siguientes, pueden tener origen en desarreglos en la capacidad de movilidad de los huesos craneales o en tensiones fasciales periféricas, sin que ello sea considerado como “patológico” por la Medicina convencional.
Nombramos algunos de ellos:


- Lloro excesivo antes de las comidas, tal vez no es  un  rechazo caprichoso a la comida, es posible que  el niño  esté intentando informarnos de que su diafragma está en espasmo y que comer supone un esfuerzo por una falta de apertura del conducto esofágico del diafragma.

Muchas veces la causa puede estar lejos de la zona visceral digestiva y hallarse relacionada, por ejemplo, con el nervio responsable de las funciones neurovegetativas digestivas, el nervio vago, en su salida craneal, en el agujero rasgado posterior entre los huesos occipital y temporal. Compresiones en esta zona pueden alterar la función digestiva, ser causa de náuseas y otras alteraciones.
El osteópata puede corregir estas tensiones y mejorar la relación entre niño-alimento.

- Dificultades en conciliar el sueño, pueden ser debidas a compresiones craneales sutiles que alteran los procesos circadianos del hipotálamo.
El osteópata libera estas compresiones y facilita la inducción del sueño.


- Esa tendencia que no agrada en muchas ocasiones a los padres de ver que el niño se chupa el dedo en una edad ya avanzada, es un mecanismo inconsciente para intentar bombear el paladar y corregir alguna disfunción de la bóveda craneal que puede estar repercutiendo en tensiones en otras partes del cuerpo. El reflejo de succión , es una técnica inconsciente del bebé para facilitar el bombeo craneal, después de la compresión sufrida por el parto. El mantenimiento de esta acción en los años siguientes por parte del niño, puede ser una manifestación de que existe alguna necesidad de mantener los bombeos.

- Un déficit de atención o dificultades en el aprendizaje o problemas de comunicación pueden ser debidos a pequeñas alteraciones craneales.

- Ciertas posturas que adopta el niño, por ejemplo al estudiar, y que a veces observan los padres, es muchas veces el sistema de compensación natural que encuentra el niño a desviaciones de la columna que se están produciendo.
El osteópata puede detectarlas y determinar si el origen es craneal, por ejemplo, por una ligera torsión del occipital, que provoca la rotación de la primera cervical con el cual se articula. Esa rotación de la vértebra provocará la adaptación de las siguientes, pudiendo ser causa de escoliosis.
Por tanto, el trabajo osteopático no sólo está enfocado a niños con trastornos claros, donde los síntomas se hacen evidentes, sino también para aquellos que lloran más, les cuesta comer o dormir, que son más proclives a contraer enfermedades, etc. En ocasiones se acepta que ese niño es de una determinada manera, sin buscar la causa y, por tanto, sin buscar el remedio.
A veces sólo se trabaja de manera preventiva, para evitar que pequeños trastornos se conviertan en enfermedades serias en un futuro.
La información de las posturas intrauterinas es de gran ayuda para el osteópata en el tratamiento posparto.
En caso de daño prenatal, es indispensable tratar al bebé tan pronto como sea posible, dentro de las veinticuatro horas siguientes al parto.

Esta primera intervención es tan importante como las visitas periódicas durante los primeros años de crecimiento, a la vez que se hace un seguimiento con el pediatra.
Las fontanelas craneales se cierran hacia el final del segundo año, y el cerebro triplica su tamaño en este tiempo. El córtex cerebral no está formado aún hasta los dos primeros meses de vida, es decir la parte cognitiva del bebé está por desarrollarse, y por tanto podemos ayudar a que el desarrollo neurológico en este tiempo sea óptimo.

El trabajo de un osteópata consiste en equilibrar las membranas, suturas y líquidos, con el fin de evitar una afectación en el crecimiento del cerebro subyacente.

Con la osteopatía craneal se actúa sobre el sistema nervioso (también sobre los nervios craneales); sobre la linfa, por tanto sobre el sistema inmunitario; sobre cada una de las estructuras del cuerpo y sobre el sistema vascular.

Las lesiones craneales afectan al cinturón escapular y pélvico, ya que el cuerpo posee fascias que interrelacionan estructuras a distintos niveles, por ello nunca hay lesiones aisladas.
Es importante la observación por parte de los padres: si el niño mueve los dos brazos y piernas por igual, si es inquieto o tranquilo, si aprende a hablar pronto, su forma de caminar, etc. Todos estos datos ayudan al osteópata en su trabajo.

Algunas de las indicaciones para el bebé, sería en los siguientes casos:

· Alteraciones traumáticas óseas, tales como subluxación congénita de cadera, problemas del paladar asociados al labio leporino ( en el trabajo sobre el maxilar postquirúrgico), deformación craneal, etc.
· Otras alteraciones “no traumáticas” como:
· Mala oclusión dental
· Problemas de succión de leche materna
· Estrabismo
· Sinusitis
· Dolor de cabeza
· Problemas de vías respiratorias
· Estreñimiento / Diarrea
· Problemas de comportamiento y aprendizaje
· Trastornos del sueño
· Hiperactividad
· Escoliosis, etc.
· … Y todo lo expuesto en el artículo


Fuente: http://www.centrokineos.com/osteopatia-infantil.html

jueves, 21 de marzo de 2013

Uso y abuso de metilfenidato


(Rubifen, Concerta, Ritalin…)

¿Que es el Ritalin?
El Ritalin es el nombre para el metilfenidato, clasificado por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos como un narcótico de Clase II: la misma clasificación que la cocaína, la morfina y las anfetaminas. Los adolescentes la usan por su efecto estimulante.
Aunque el Ritalin se usa como fármaco recetado, comúnmente utilizado para tratar a niños y adultos diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención (cuando se toma correctamente, ayuda a las personas a mantener la concentración y la claridad) se ha hecho uso indebido, especialmente por la universidad, la escuela secundaria.
En junio de 2005, la Administración de Alimentos y Drogas de EE.UU. publicó una serie de consejos de salud pública que advertían que el Ritalin y drogas como ésta pueden causar alucinaciones visuales, pensamientos suicidas y comportamiento psicótico, así como comportamiento agresivo o violento.

¿Cómo comienza el abuso del Ritalin?
Parece tan simple al principio. Un estudiante se queda un poco atrasado en sus estudios. Se va a presentar a un examen y necesita prepararse. Tendrá que estar despierto hasta tarde para tener alguna oportunidad de pasar el examen. El café le pone nervioso, pero muchos de sus amigos usan estas pastillas para obtener la energía extra que necesitan. ¿Por qué no? Poco dinero; una pastilla, una noche entera de estudio; un sentimiento de “concentración”.
Ahí quizás sea donde empieza, pero muy a menudo no es donde acaba.
Algunos estudiantes muelen el Ritalin y lo inhalan como la cocaína para tener una absorción más rápida. “Te mantiene despierto durante horas”, dijo uno de ellos.

Y así como la cocaína o cualquier otro estimulante, esa agradable “explosión” es inevitablemente seguida por un “bajón”, un sentimiento de fatiga, depresión y un estado de alerta disminuido.
Y por supuesto, el consumidor pronto llega a saber que esta sensación de “bajón” puede ser aliviada con la “ayuda” de otra pastilla que te ponga arriba otra vez. Y así va.

Lo siguiente puede ser una dosis mayor, o inhalar para un estado eufórico mayor. La tolerancia aumenta, así que uno tiene que usar más. Estas dosis mayores de Ritalin o Concerta, pueden conducir a convulsiones, dolores de cabeza y alucinaciones. Esta poderosa sustancia, parecida a la anfetamina, puede incluso conducir a la muerte, como en los muchos casos trágicos de niños que han muerto de un ataque al corazón causado por el daño relacionado con la droga.

“Probé por primera vez el Ritalin cuando estaba en el séptimo grado (secundaria). Me lo recetaron… pensaron que tenía un ligero TDA (trastorno de déficit de atención), ya que lo fingí y de esta manera podría tener una excusa para no ir bien en el colegio (tan sólo era perezosa). Nunca me di cuenta de que me estaba volviendo adicta y, por tanto, no había ninguna diferencia con cualquier drogadicto habitual.

Sobredosis de metilfenidato
Los efectos de la sobredosis de metilfenidato son similares a otras drogas simpaticomiméticas como las anfetaminas, actuando principalmente sobre el sistema nervioso central y el sistema cardiovascular y produciendo una amplia gama de manifestaciones clínicas. Los efectos neurológicos incluyen irritabilidad, agitación, euforia, vértigo, inquietud, alucinaciones, psicosis, letargo, temblores, y hiperreflexia.

Las manifestaciones cardiovasculares incluyen taquicardia, hipertensión, taquiarritmias supraventriculares y ventriculares, y dolor de pecho. Los pacientes también experimentan midriasis, diaforesis, el taquipnea, fiebre, vómitos y dolor abdominal. Hipertermia y arritmias ocurren en las intoxicaciones severas.

“Un día tomé alrededor de 40 mg de ritalin y sentí que me puso al límite de mi juego. Permanecí despierta durante días, hasta el punto en que sufrí un episodio psicótico grave. ¡Fue terrible! Todo parecía estar derritiéndose, transformándose en otra cosa y estaba aterrorizada”…

Alcance del abuso del Ritalin
El consumo de fármacos recetados tales como el Ritalin está aumentando.
En el 2006, casi 7 millones de norteamericanos abusaban de fármacos recetados, incluyendo Ritalin, más de la cantidad de los que consumían cocaína, heroína, alucinógenos, éxtasis e inhalantes, combinados. Esos 7 millones eran sólo 3.8 millones en el 2000, un incremento del 80% en sólo seis años.
En el 2007, el 3.8% de los alumnos de secundaria informaron haber consumido Ritalin sin receta al menos una vez durante el año anterior.
En el 2004, el metilfenidato (Ritalin) estuvo implicado en unas 3,601 visitas a las salas de urgencias de hospitales, comparado a 271 en 1990.
Entre 1990 y 2000, en Estados Unidos hubo 186 muertes relacionadas con el Ritalin. El riesgo más alto es para quienes inhalan la droga en grandes cantidades.

Desde 1995, se ha clasificado en la lista de la Administración de Control de Drogas de EE.UU. como uno de los medicamentos “más robados”.
Los nombres callejeros populares del Ritalin incluyen Cocaína de Dieta, cocaína para niños, vitamina R, R-balón, bolera, coca para niños y Skippy.

Fuente: http://www.centroadiccionesbarcelona.com

lunes, 18 de marzo de 2013

Mal de escuela, de Daniel Pennac

Daniel Pennac (Casablanca, 1944), hoy profesor retirado y escritor de reconocido prestigio, fue un mal alumno. El recuerdo del dolor y el miedo que le producían la escuela fue lo que le llevó a tomar la decisión de dedicarse profesionalmente a la docencia. Consideró que el hecho de haber sido un mal alumno, un zoquete como él mismo se denomina, le ayudaría a salvar de la escuela a muchos otros zoquetes. Por eso, tras retirarse de la docencia para dedicarse profesionalmente a la escritura, publicó un libro titulado “Mal de escuela” en el que analiza las disfunciones del sistema educativo desde la perspectiva del mal alumno. Se trata de una obra muy ágil desde el punto de vista literario, que utiliza un lenguaje directo, simple y, en ocasiones, coloquial. Alterna sus propias reflexiones actuales con el relato de diversas anécdotas de su vida como alumno y de su vida como profesor.

En un interesante recurso literario, Pennac empieza por el epílogo y cuenta cómo su madre, aún a día de hoy, duda de que su hijo sea capaz de valerse por si mismo, duda que se originó en sus días de mal alumno y que perduró a lo largo de toda su vida. El relato autobiográfico del mal alumno convertido después en buen profesor sirve de hilo conductor a esta obra que realiza una detallada y acertada radiografía de la escuela como institución porque, aunque haya cosas que han cambiado con el paso de los años, lo fundamental, para bien y para mal, permanece.

Tres son los aspectos principales que se desgranan:

Uno, la responsabilidad compartida de todos los agentes implicados en la educación: los padres, los profesores, el sistema escolar, el gobierno y, también, los propios alumnos.

Dos, la inutilidad de la escuela cuando pretende acelerar los ritmos y procesos naturales de aprendizaje, cuando se aleja de la realidad cotidiana de sus alumnos y cuando profesores sin pasión ni vocación pretenden aplicar métodos sin llegar a la raíz de los mismos, vaciando de sentido al acto pedagógico.

Y tres, la doble vertiente del impacto que a corto, medio e incluso largo plazo tiene la escolarización para cada niño. De un lado, y en sentido negativo, la indefensión aprendida de aquellos que son etiquetados como zoquetes, lentos, poco inteligentes, malos alumnos en definitiva. Y de otro lado, en sentido positivo, el llamado efecto Pigmalión que permite no sólo el éxito perdurable de los buenos alumnos sino también, y sobre todo, la recuperación y la salvación de los malos alumnos, como fue el caso del propio autor.

Este tercer aspecto es el que a continuación se analiza.

Desde que nace un niño se tienen expectativas sobre su vida en función de la familia y la sociedad en la que ha nacido. Es lo que Daniel Pennac llama “la rutina del Darwinismo social” (p.23). En ocasiones, el niño incumple las expectativas sobre él depositadas y entonces se le marca, se le etiqueta. Hoy en día tenemos infinidad de diagnósticos psicológicos que cumplen esta función; antes, simplemente, eran llamados zoquetes o malos alumnos.

El mal alumno, por definición, no encaja en el sistema y, por ello, se convierte en un estratega. Ya en la década de los años 50, el profesor John Caldwell Holt se preguntó qué es lo que sucede en la escuela que hace que un niño que en otras circunstancias es observador, imaginativo y analítico, se convierta de repente, como por arte de magia, en un completo inútil. La respuesta la da Holt y la confirma Pennac: lo que sucede en las escuelas no es lo que los profesores creen que sucede. El mal alumno siente miedo y al miedo le suceden las ganas de huir. Mientras, el profesor no se da cuenta de que el mal alumno, completamente bloqueado y paralizado, se dedica a desarrollar estrategias para salir del paso, para pasar desapercibido, para dar con la respuesta correcta y que le dejen en paz. “Devanarme los sesos para elegir lo que realmente le gustaría a aquel cabrón” (Pennac, p.33).

Sin embargo, de vez en cuando aparece un profesor que consigue restablecer, al menos en parte, la confianza en sí mismo del mal alumno. A veces esto sucede sin que medie intencionalidad por parte del profesor pero, sabiendo que es posible, ¿no están todos los profesores moralmente obligados a intentar ser los salvadores de sus malos alumnos? ¿No es ése el objetivo de la docencia?

Los profesores que me salvaron no estaban formados para hacerlo” (Pennac, p.34). Es probable que hoy en día padezcamos de un exceso de formación y de una preocupante carencia de vocación, pues a medida que la formación avanza en cantidad, también avanza el fracaso escolar. Nos falta darle un enfoque holístico a la escolarización: “Reducidos a nosotros mismos, nos reducimos a nada” (Pennac, p.61). Nos falta mejorar y reforzar la comunicación y ello pasa, entre otras cosas, por recuperar la vocación no sólo por la docencia sino, especialmente, por la materia objeto de enseñanza. De los tres profesores que finalmente le salvaron, Pennac dice: “Eran artistas en la transmisión de su materia. Sus clases eran actos de comunicación, claro está, pero de un saber dominado hasta el punto de pasar casi por creación espontánea”.

Cabe destacar el enfoque positivo de la crítica que Pennac realiza al sistema escolar. La crítica siempre es fundada, otorga a cada uno de los agentes implicados su justa dosis de responsabilidad y, sobre todo, destaca los aspectos positivos de la escolarización, aquellos que él mismo fue incapaz de ver durante sus años de instrucción obligatoria. Únicamente un profesor fue su tabla de salvación: “Basta un profesor -¡uno solo!- para salvarnos de nosotros mismos y hacernos olvidar a todos los demás”, afirma en la última parte del libro. Y esa salvación consiste en la cooperación necesaria en el diseño de la identidad personal del alumno que, al fin y al cabo, es el objetivo de toda educación.
 
 
 

miércoles, 13 de marzo de 2013

Aprender sin libros de texto ni exámenes

La forma de vida de nuestra actual sociedad, en la que se producen tantos cambios y tan rápidos en todos los ámbitos, obliga a crear nuevos valores y actitudes. Estas transformaciones constituyen una gran preocupación para muchos padres y madres que buscan calidad en la educación y formación de sus hijos, pues la introducción de esos nuevos valores ha de hacerse sobre el fundamento del respeto total al niño. No hay que olvidar que la tarea de los padres es ayudar al niño a desarrollarse de la mejor manera posible.

Si queremos que la educación despierte en el alumno seguridad en sí mismo y sentido de participación y de responsabilidad social, son necesarios los espacios educativos donde se practiquen esos valores, donde padres y maestros trabajen juntos.

Las escuelas Waldorf responden a esta necesidad. Funcionan como un organismo social vivo gestionado por maestros y padres.

Un planteamiento así hace necesario que todas las personas que participan se comprometan a entrar en nuevos procesos de aprendizaje. Por ello, también los padres tienen que encontrar en el colegio un estímulo para iniciar un trabajo permanente de autoeducación que les permita comprender y responder de manera adecuada a los procesos madurativos del niño, que en cada etapa va a exigir actitudes y formas diferentes. De ahí que el marco de la escuela sea idóneo para ese trabajo en equipo, para tomar conciencia sobre la importancia de la salud, la alimentación, la higiene, el ritmo de vida sano, el trabajo pedagógico tanto en casa como en la escuela etc.

La participación de la familia en la vida escolar como coeducadores comporta la creación de una escuela de padres muy activa desde la que se llevan a cabo muchas experiencias:

  • Organización de fiestas, exposiciones y mercadillos. 
  • Conferencias y grupos de estudio y trabajo.
  • Reuniones pedagógicas con los maestros.
  • Talleres de elaboración de juguetes naturales.
  • Organización y participación en talleres artísticos: canto, instrumentos, pintura, euritmia, arte de la palabra, gimnasia bothmer y deportes, teatro etc. 
Y en general cualquier iniciativa de carácter cultural que comporte un desarrollo personal y potencie el camino de la autoeducación.

Todo niño, por las necesidades intrínsecas de su desarrollo, pasa durante el período de la vida correspondiente a su educación por las más grandes transformaciones, tanto en su constitución corporal, como en su capacidad para sentir y vivenciar, así como en las estructuras de su pensamiento o de sus estados de consciencia. A través de la experiencia del medio y del ámbito social, tiene que encontrarse a sí mismo y hallar su concepto personal de la vida, y, encontrándose a sí mismo, descubrir el entorno humano que corresponde a su destino y su misión en el mundo.

Para ello la pedagogía tiene que actuar de una forma tan sutil que debe contribuir a que, tanto la parte física como la anímica del niño, se formen de tal manera que, llegado el momento, la individualidad pueda desarrollarse de forma saludable y pueda elegir su camino con absoluta libertad. De tal forma que, si tomásemos como imagen la de un escalador, una buena educación sería aquella que no solamente se preocupa de llenar la mochila de utensilios y herramientas para la escalada, sino aquella que también le enseñase al escalador a estudiar las diferentes rutas, a observar el cielo y predecir el tiempo, a aprender a utilizar cada herramienta en el lugar adecuado, a elegir el momento oportuno.


Cuanto más completa y equilibrada sea la formación del mismo, tantas más probabilidades de éxito tendrá la aventura. Y la Pedagogía Waldorf intenta preparar de la mejor forma, más completa y con la menor presión posible a los niños que están en el comienzo de esa escalada que es la vida. Y no sólo para que coronen la cima, sino para que sean Hombres libres y completos en su caminar.







lunes, 11 de marzo de 2013

INTELIGENCIA MÚLTIPLE: las 8 inteligencias de HOWARD GARDNER


Nació en Scranton, Pensilvania en 1943, poco después que su familia emigrase de Alemania a Estados Unidos, quienes huyeron del régimen nazi. Es conocido en el ambiente de la educación por su teoría de las inteligencias múltiples, basada en que cada persona tiene, por lo menos, ocho inteligencias o habilidades cognoscitivas (musical, cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal, intrapersonal y naturista).

Estudió en la Universidad Harvard, donde se orientó hacia la psicología y la neuropsicología. Sus líneas de investigación se han centrado en el análisis de las capacidades cognitivas en menores y adultos, a partir del cual ha formulado la teoría de las ‘inteligencias múltiples’ (Frames of Mind, 1983). Fue investigador de la Universidad Harvard y tras años de estudio ha puesto en jaque todo el sistema de educación escolar en EE. UU.

La teoría básica sobre las inteligencias múltiples puede resumirse en las siguientes palabras: Cada persona tiene por lo menos ocho inteligencias, habilidades cognoscitivas. Estas inteligencias trabajan juntas, aunque como entidades semiautónomas. Cada persona desarrolla unas más que otras. Diferentes culturas y segmentos de la sociedad ponen diferentes énfasis en ellas.
  1. Lingüística. En los niños se aprecia en su facilidad para escribir, leer, contar cuentos o hacer crucigramas.
  2. Lógica-matemática. Se aprecia en los menores por su interés en patrones de medida, categorías y relaciones. Facilidad para la resolución de problemas aritméticos, juegos de estrategia y experimentos.
  3. Corporal y Cinética. Facilidad para procesar el conocimiento a través de las sensaciones corporales. Deportistas, bailarines o manualidades como la costura, los trabajos en madera, etc.
  4. Visual y espacial. Los niños piensan en imágenes y dibujos. Tienen facilidad para resolver rompecabezas, dedican el tiempo libre a dibujar, prefieren juegos constructivos, etc.
  5. Musical. Los menores se manifiestan frecuentemente con canciones y sonidos. Identifican con facilidad los sonidos.
  6. Interpersonal. Se comunican bien y son líderes en sus grupos. Entienden bien los sentimientos de los demás y proyectan con facilidad las relaciones interpersonales.
  7. Intrapersonal. Relacionada con la capacidad de un sujeto de conocerse a sí mismo: sus reacciones, emociones y vida interior.
Descárgate aquí el libro completo sobre "La Teoría de las Inteligencias Múltiples", de Howard Gardner








    miércoles, 6 de marzo de 2013

    La importancia del equilibrio emocional

    Como influye tener un padre desequilibrado emocionalmente?

    El padre de mi hijo ha tenido muchos problemas emocionales, es una persona muy dependiente, algo que Biel ha heredado. Han habido momentos que me necesitaba más el padre que mi propio hijo.

    Como sabéis Biel es muy sensible, todo lo percibe.
    Cuando son pequeños piensas que ellos no se dan cuenta, les explicas un rollo patatero de lo que pasa en casa y  el niño te creerá. Pues eso no es así.
    Biel manifestaba su incomprensión con el estrés.

    La madurez y la salud mental de los padres ayuda al niño a controlar sus emociones. Pero si nosotros no enviamos ese mensaje a nuestros hijos llega el descontrol.

    Cada crisis en la familia desataba meses de descontrol en Biel. Problemas de insomnio, ansiedad, concentración...

    Cuando tomé determinantemente la opción de separarme a Biel le costó de entender. Pero, ¿que pasará con papá? ¿quién lo cuidará? Mamá no puedes dejarlo solo!

    Mi hijo no entendía que nadie debía de cuidar a su papá, debía cuidarse el solo!
    Muchas veces me planteo como sería Biel en una familia equilibrada y unida. Seguramente la palabra hiperactividad le hubiera rondado por alrededor pero seguro que no con la misma intensidad que la ha vivido.

    Siempre estamos ha tiempo de hacer un alto en el camino y ordenar nuestra vida. Y yo lo hice. Reaccioné tarde, no me daba cuenta del daño que le hacíamos a nuestro hijo. Cambios de residencia, cambios de trabajo, cambios de horarios...
    Una vez separada continuaban los cambios ya que para una madre trabajadora y sola es difícil organizarse, canguros, abuelos... además las terapias alternativas son caras al igual que la homeopatía. Ahora aprovecho para darle las gracias a mis padres y hermanos por la ayuda económica y moral que nos dan cada mes, cada día, cada hora...
    Biel que ahora tiene 8 años ha cambiado muchísimo de la misma forma que yo. Estamos sumamente unidos, es maravilloso poder explicarle la verdad de las cosas sin disfrazar. Ahora me entiende y ahora le entiendo.

    Ahora se avecinan cambios, me cambian de lugar de trabajo. Hicimos una mini reunión familiar los dos, y decidimos la mejor opción, el dio su opinión y yo la mía. Así que nos volvemos a mudar...

    La vida no vivida, la vida que no se expande se torna en agresividad hasta consigo misma.