Bienvenido al blog, aquí encontrarás terapias y alternativas a la medicación para niños hiperactivos. Porque no todos los niños hiperactivos son TDAH.

La finalidad de este blog es dar a conocer mi experiencia como madre, mi día a día alternativo.


Por mucho que mediquemos si el diagnóstico es erróneo, es decir no hay un problema neuronal sino un problema de visión, de oído, de estrés, de alimentación no adecuada o de lateralidad cruzada, lo único que haremos es empeorar a nuestros hijos. Porque el problema de fondo continuará.

Entra, lee, mira, escucha y dame si te apetece tu opinión y sobre todo tus consejos.


martes, 22 de septiembre de 2015

El vendedor de humo

Desde que soy madre, 11 años hace ya, he conocido muchas terapias alternativas. Hace un par de años nos mudamos de ciudad, desde entonces no hemos necesitado homeópata, ni nada en particular. Pero desde que nació el pequeñín, Biel ha estado más excitado y con problemas de sueño, así que para no desplazarme a mi antigua ciudad busqué por la zona alguien que nos pudiera ayudar. 
Pregunté en la tienda habitual dónde compro los productos naturales y me aconsejaron Flores de Bach, pensé que era buena idea ya que anteriormente lo probamos los dos y nos fueron genial.
Siempre, siempre siempre, antes de nada pregunto el precio de la primera visita (la odiosa primera visita) 30€, vale no estaba mal, y pedí cita.



Como es habitual, te preguntan por el embarazo, el parto, la primera infancia.... y los motivos de la visita. No quise dar mucho detalle pero le comenté que había sido diagnosticado hacía años de TDAH, pero que se equivocaron, que tiene lateralidad cruzada, bla bla bla.

Mi parto fue un desastre, larguísimo, lleno de medicación, correos, pinchazos... y como no, cesárea final.

Pues nada, después de 20 minutos de monólogo, me comenta que Biel tiene un problema de gestación, que necesita una limpieza de energía y que luego le haría un masaje y que dormiría como los ángeles.

Os acordáis de Carlos Jesús de Raticulín? pues igual, fiu fiu por arriba, fiu fiu por abajo, y mi hijo partiéndose de la risa.

Seguimos, ahora el masaje, apreta por aquí, apreta por allá, vale ya está.

Nos pidió que esperásemos que iba a preparar las flores, pues ya las tenemos.

Quedamos que si tengo dudas le envíe un whatsapp y que pida hora para dentro de 1 mes.
Total 60€.

Aquella noche fue la peor noche de hacía meses, estuvo despierto más de 2 horas.

Me espero una semana y le envío un mensaje, ahora te llamo me contesta. Tardó una semana en llamarme, y me dijo que era normal, que las flores estaban haciendo efecto.

En mi vida he visto yo que las flores empeoren algo... pero bueno seguimos con las gotitas.

El 7 de Septiembre me llama, y me comenta que ha estado pensando en mi hijo y que a él se le escapa de las manos, Biel sigue con insomnio. Me aconseja una colega, le pregunto que profesionalmente que es, no sabe contestarme, hasta que al final me dice holística. Y que ella trabajará la gestación de Biel, como no, le pregunto precio, 80€!

El 16 de Septiembre me vuelve a llamar, Biel duerme mejor, le comento, pero es por el cansancio del colegio, a bien bien, buenas noticias (me dice) están empezando ha hacer efecto; no no, le comento, es por el cansancio, bueno mujer algo habrán hecho no? 

Ya no pude más, y le dije que era un vendedor de humo, que por culpa de gente que no tiene ni idea de lo que hace, los profesionales que de verdad ayudan quedan como hechiceros.

Más veces me he encontrado en estas situaciones, una vez hará unos 3 años, fuimos a una mujer que hablaba con nuestro ángel interior, cágate lorito, me la aconsejaron y cuando estás desesperada pues lo pruebas todo. Me sopló 60€. 

Claro que funcionan las terapias alternativas! pero al loro! que sea gente seria y preparada, que el cursillo de verano no es suficiente. 





miércoles, 5 de agosto de 2015

El cerebro del bebé

En el documental, Eduard Punset entrevista a Sue Gerhardt, psicóloga y escritora,considerada como una de las mayores expertas en su campo de investigación.

Las conclusiones que se extraen son bastante impresionantes y contradictorias con la mayor parte de las recomendaciones recibidas a diario por parte de profesionales de la salud, de la psicología, por parte de profesionales de corte conductista (léase Ferber, Estivill, Jo Frost y otros) y por parte de la sabiduría popular, que a la vista de lo comentado en el documental tiene más de popular que de sabiduría.
La conclusión inicial que se extrae de lo comentado por Sue Gerhardt es que “hay que ocuparse de los bebés”, ya que “no (les) logramos dar suficiente importancia”. Hacemos caso de los consejos que nos incitan a descuidar los llantos de los bebés, a hacerles esperar para que aprendan “que en la vida no lo van a tener todo”.

Lo hacemos pensando que les estamos educando y haciendo un bien, creando a una persona con fuerza psíquica suficiente para luchar contra los pormenores de la vida, contra las dificultades de la edad adulta.

El problema es que estamos anticipando los hechos y estamos creando problemas e insatisfacciones a unas personitas que no están preparadas para gestionarlas y superarlas. En resumen, dejando huella en esta primera infancia que “es en realidad la base de la salud mental”.

Los bebés nacen con un cerebro inmaduro por cuestiones de espacio. De esperar más tiempo a que ese cerebro estuviera totalmente maduro la cabeza de los bebés no pasaría por el canal del parto. Es por ello que debe madurar en el exterior, creando nuevas conexiones y creciendo con las vivencias que les aportemos, y lo hace además “a la mayor velocidad de crecimiento que jamás alcanzará. ¡Dobla su tamaño!”

Entre los muchos sistemas que se desarrollan desde el nacimiento hasta los dos años están“los que utilizamos para gestionar nuestra vida emocional: la respuesta al estrés, por ejemplo”. Por lo tanto, dado que el cerebro está inmaduro “lo importante es que el bebé no se estrese demasiado. Los bebés no pueden gestionar un estrés excesivo. No pueden deshacerse de su propio cortisol.”

¿Y qué es eso del cortisol?
El cortisol es una hormona que se segrega en situaciones de estrés. Para que una persona esté emocionalmente estable, debe tener un nivel de cortisol equilibrado. Los bebés no saben qué hacer con él, por tanto, cualquier cantidad de cortisol superior a la que deberían tener es un exceso de estrés que no saben eliminar.
El exceso de cortisol activa la amígdala del cerebro, que es el órgano encargado del control de las emociones, emitiendo una señal de alarma de que algo no va bien.

Si un niño crece con una cantidad de cortisol constantemente elevada, porque le dejan llorar mucho o porque se estresa con facilidad, la amígdala se acaba acostumbrando a ese cortisol sobrante (algo así como cuando oímos un reloj en una habitación y acabamos por no oírlo) y deja de emitir la señal de alarma. Al no haber alarma el cerebro no ofrece una respuesta de gestión a ese estrés y el individuo acaba por no saber manejar esas situaciones que le generan ansiedad.

Por poner un ejemplo, el Increíble Hulk tiene una mutación genética que ataca a su amígdala y cuando se desencadenan emociones fuertes se transforma, pues no sabe controlarla.

El problema no es sólo este, sino que se ha visto que personas que crecen con niveles elevados de cortisol están tan acostumbrados a ello que a menudo tienden a buscar situaciones que les genere cortisol (situaciones estresantes) para sentirse cómodos.



viernes, 31 de julio de 2015

Se nos va de las manos

Acabo de leer este nuevo artículo, por favor, no pases por alto este nuevo estudio. Los tantos por ciento cada vez asustan más. Niños medicados de 1 a 6 años, ¿estamos locos o qué?


¿Demasiados jóvenes estadounidenses están tomando antipsicóticos para el TDAH?


Un estudio muestra un aumento en las recetas de estos potentes medicamentos, aunque este uso no está autorizado.A una cantidad en aumento de adolescentes y adultos jóvenes les están recetando unos potentes antipsicóticos, aunque los medicamentos no han sido aprobados para tratar dos trastornos (el TDAH y la depresión) para los cuales se usan con frecuencia, según un nuevo estudio.

Los investigadores hallaron que el uso de antipsicóticos aumentó entre los niños de a partir de 13 años de edad, desde el 1.1 por ciento en 2006 hasta casi el 1.2 por ciento en 2010. Y el uso de antipsicóticos por parte de los adultos jóvenes (personas de 19 a 24 años) aumentó desde el 0.69 por ciento en 2006 hasta el 0.84 por ciento en 2010.

Para algunos expertos resulta preocupante que las afecciones para las que muchas de estas recetas de antipsicóticos se hacen sean el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la depresión. En la actualidad, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. aprueba esta clase de medicamentos para las afecciones psiquiátricas como la psicosis, el trastorno bipolar, la esquizofrenia o la agresividad impulsiva relacionada con el autismo. Pero el nuevo informe descubre que en 2009, al 52.5 por ciento de los niños pequeños (de 1 a 6 años), al 60 por ciento de los niños mayores (de 7 a 12 años) y a aproximadamente el 35 por ciento de los adolescentes que tomaron antipsicóticos les habían diagnosticado un TDAH.

"El TDAH es uno de los diagnósticos principales para los que se realiza el tratamiento con antipsicóticos en niños y adolescentes, y no se trata de una indicación adecuada para el diagnóstico", dijo la Dra. Vilma Gabbay, jefa del Programa sobre los Trastornos Pediátricos del Estado de Ánimo y de Ansiedad de la Escuela de Medicina Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Indicó que el nuevo estudio mostró que el aumento de las recetas de antipsicóticos para los adolescentes y los adultos jóvenes fue más pronunciado en los varones. Dado que los chicos son más propensos a sufrir del TDAH que las chicas, "esta tendencia explica el aumento de las tasas de los varones en comparación [con] las de las chicas en los antipsicóticos recetados", señaló.
El estudio fue financiado por el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH) y dirigido por el Dr. Mark Olfson, del departamento de psiquiatría de la Universidad de Columbia de la ciudad de Nueva York.

Hay muchos medicamentos clasificados como antipsicóticos, y algunos incluyen haloperidol, clozapina, risperidona, olanzapina y quetiapina. Los investigadores indicaron que los ensayos clínicos sugieren que la risperidona (Risperdal), cuando se usa con estimulantes, puede ayudar a reducir la agresividad en el TDAH, pero no está aprobado por la FDA para el tratamiento de esa afección.
En su estudio, el equipo de Olfson examinó los datos sobre las recetas de antipsicóticos de una base de datos que incluye a aproximadamente el 60 por ciento de todas las farmacias minoristas de Estados Unidos. La base de datos incluye la información de las recetas de aproximadamente 1.3 millones de niños, adolescentes y jóvenes adultos, según los investigadores.

"Ningún estudio previo ha contado con los datos para examinar los patrones de edad en el uso de antipsicóticos entre los niños de la manera en que lo hacemos aquí", dijo en un comunicado de prensa del instituto el coautor del estudio, Michael Schoenbaum, consejero de servicios de salud mental, epidemiología y economía del NIMH.

El estudio sí halló una tendencia a la baja en los antipsicóticos para algunos grupos de edad. Por ejemplo, en 2006, el 0.14 por ciento de los niños pequeños de entre 1 y 6 años tomaban antipsicóticos, en comparación con el 0.11 por ciento en 2010. En los niños de mayor edad, los que tenían entre 7 y 12 años, el uso de estos medicamentos se redujo del 0.85 por ciento en 2006 al 0.80 por ciento en 2010.

Pero, al mismo tiempo, el uso de antipsicóticos aumentó entre los niños de mayor edad y los adultos jóvenes. En 2010, 2.8 millones de recetas fueron surtidas anualmente por adolescentes, indicaron los investigadores, mientras que 1.8 millones de recetas fueron surtidas por jóvenes adultos.
Pero muchas recetas no fueron redactadas por psiquiatras infantiles y adolescentes. El estudio halló que solamente alrededor del 29 por ciento de los niños jóvenes, el 39 por ciento de los niños mayores y el 39 por ciento de los adultos jóvenes recibieron las recetas de antipsicóticos de parte de dichos especialistas en 2010.

Las dos afecciones para las cuales el uso de antipsicóticos no está aprobado por la FDA (el TDAH y la depresión) fueron razones importantes a la hora de hacer la receta de estos medicamentos. De hecho, el estudio halló que aunque las recetas para el TDAH son habituales, la afección más común de los adultos a los que se recetaron estos medicamentos fue la depresión.
Esto es preocupante, dijo Schoenbaum. "Los antipsicóticos deberían recetarse con cuidado", comentó. "Pueden afectar de manera adversa tanto a la función física como la neurológica, y algunos de los efectos adversos pueden persistir después de que la medicación se deje de tomar".
El hecho de que muchas de estas recetas de estos medicamentos no las hicieran psiquiatras infantiles fue revelador.
"Solo una minoría de psiquiatras infantiles y adolescentes participaron en el tratamiento", indicó.

El Dr. Matthew Lorber, director en funciones de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, comentó que en el informe había buenas y malas noticias.
"Las recetas de este tipo de medicamentos a los niños menores de 12 años se han reducido, lo que con la mayor probabilidad se debe a sus efectos secundarios peligrosos", dijo.

Pero Lorber se mostró de acuerdo en que se necesita una mayor precaución a la hora de recetar antipsicóticos a niños con TDAH. Presumiblemente, dijo, "la intención del médico que receta es abordar problemas conductuales, la agresividad y los cambios en el estado de ánimo, pero no está claro si se están teniendo en cuenta los riesgos".

Dijo que para las afecciones para las que los antipsicóticos no están aprobadas, los médicos deberían agotar primero otras opciones de tratamiento. Entonces, "si los antipsicóticos son necesarios para los niños sin psicosis o sin un trastorno bipolar, se recomienda su uso durante intervenciones breves" solamente, dijo Lorber. También comentó que el estudio solamente examinó las recetas escritas; no pudo mostrar si los pacientes tomaron estos potentes medicamentos o no. "Es habitual que los padres reciban una receta para sus hijos pero al final decidan no seguir adelante debido a los efectos secundarios", explicó Lorber.

El estudio aparece en la edición en línea del 1 de julio (2015) de la revista JAMA Psychiatry.


jueves, 30 de julio de 2015

La película Del revés y gestionar las emociones





Hoy hemos visto la película "Del revés" y me ha sorprendido.
Narra la historia de Riley una niña de 11 años (como mi hijo) que se enfrenta a un cambio significativo en su vida, ya que su familia decide mudarse a otra ciudad, lo que implica que Riley deje atrás a su mejor amiga, su colegia y su cotidianidad en la antigua ciudad y se enfrente al cambio y la adaptación. 

En su mente habitan 5 personajes principales: Alegría, Tristeza, Ira, Desagrado y Temor. Quienes a medida que avanza la película van ejerciendo ciertas influencias en el comportamiento y emociones de Riley.

La película ofrece una infinidad de metáforas altamente poderosas en torno a nuestra vida emocional, a la relación entre las emociones y la memoria, los sueños ...

Desde que hemos visto la película, nos cuesta mucho menos identificar quien está llevando nuestro cuadro de mandos, y darnos cuenta hacía donde queremos llevar nuestra emoción.

Los niños no captan todos los mensajes de la película, pero si que puede servirnos a nosotros como padres, utilizar los ejemplos y que ellos nos entiendan.

Os dejo aquí más información de como la película trata el mundo de las emociones
http://www.elpais.com.co/elpais/entretenimiento/noticias/diez-ensenanzas-para-meditar-deja-pelicula-animada-intensamente

lunes, 4 de mayo de 2015

Mamá de nuevo

Llevo meses sin escribir una entrada, y es que he estado ocupada con la feliz llegada de mi segundo hijo. Leo nació el 28 de Enero, gracias a mi tenaz insistencia nació con un parto natural, esta vez lo conseguí, nada de cesárea ni medicación. Me costó lo mío, no voy a negarlo, pero también reconozco que el tema ha cambiado mucho, en todo momento me pidieron permiso, el trato fue excelente, y la sala de parto espectacular, con bañera, pelota de goma, música...
Biel estuvo 10 horas sentado en el pasillo, literalmente en el suelo del pasillo, esperando impaciente conocer a su hermano.
Cuando nació y lo sostuve en brazos, el tiempo se paralizó, el dolor, la angustia todo quedó en pausa.
Fue uno de los momentos más tiernos de mi vida, despacio me abrí la bata y el lentamente fue ascendiendo hasta encontrar mi pecho, fue impresionante.
Durante mis 5 días en el hospital, no se separó de mi ni un segundo, todas las pruebas médicas se hacían en la misma habitación, continuamente entraban comadronas para darme consejos de lactancia.
Para Biel ha sido una dura prueba, 10 años de exclusividad en casa, el príncipe destronado.
Pero poco a poco vamos todos encontrando nuestro lugar.
Gracias a toda la información que he ido encontrando durante estos años y que he compartido en este blog, intento ser una mamá consciente, miro con lupa las posiciones de mi bebé, me preocupo por la estimulación temprana y sobre todo de no sobre-estimular. 
Casualidad o no, Leo es un niño súper tranquilo.
Estoy disfrutando cada instante al 100% y creedme no puedo ser más feliz.




jueves, 23 de abril de 2015

¿Por qué yo no puedo?

María Jesús López Juez es doctora en neurociencia y lleva más de veinte años trabajando con niños con lesión cerebral y problemas de desorganización neurológica.
¿Por qué yo no puedo? | Zoomin Sant Antoni - Eixample Esquerra
En este sencillo, y a la vez profundo, libro, plantea las dificultades de aprendizaje desde la perspectiva del “neuroaprendizaje”. Un concepto novedoso que nos aporta nuevas claves para comprender y tratar estas dificultades en los niños.

Dificultades tales como retrasos en la lectura, la escritura, baja comprensión del lenguaje oral, lentitud al captar información, déficit de atención o inatención, mala postura corporal, desorden, inmadurez general... Todas ellas “tienen un denominador común: su origen está en el cerebro del niño. Es el cerebro el que lee, escribe, habla y comprende. Por lo tanto, cómo se haya desarrollado el cerebro del niño va a tener una influencia decisiva en cómo procesa la información de tipo escolar.”

La gran conclusión final, y que refleja una realidad necesaria de difundir, es el hecho de que la organización y madurez que alcanza el Sistema Nervioso Central del niño juega un papel determinante en su capacidad para aprender y en cómo aprende.

“Entre las herramientas neurológicas de las que dispone nuestro cerebro, son especialmente importantes para el aprendizaje las relacionadas con el procesamiento de la información visual -captada a través de los ojos-, las de procesamiento auditivo -captada a través de los oídos-, y las que se engloban en la respuesta psicomotora. Estas herramientas visuales, auditivas y motoras, son las básicas y las primeras que se van a desarrollar, pero además van a interaccionar entre ellas generándose otras nuevas herramientas neurológicas.”

María Jesús nos habla de la ruta motora, la visual y la auditiva, de cómo se desarrollan y cómo llevan al niño a disponer de los requisitos necesarios para que su aprendizaje sea el adecuado.

También nos brinda información sobre las posibilidades de las que disponemos para trabajar con el niño buscando que alcance este nivel de madurez necesario.

“Les planteamos un trabajo de fondo que no trate el síntoma externo observable, sino que penetre la raíz del proceso. Un trabajo que no vincule al niño con una patología, sino que indague y opere en su proceso de desarrollo.”

El libro concluye con un mensaje de esperanza: hay otras formas de abordar las dificultades de aprendizaje. El trabajo desde la organización neurológica logra dotar al niño de los circuitos neuronales que necesita para tener éxito en el aprendizaje. Y estos circuitos son estables en el tiempo, lo cual significa que las mejoras son definitivas.

No recuerdo la fuente... lo siento.


miércoles, 1 de abril de 2015

¿Qué pasa cuando basándose en un test, alguien afirma que nuestro hijo tiene TDAH?

Gracias Sofía por esta interesantísima entrada explicando tu experiencia personal. Una mamá luchadora! 

¿Qué pasa cuando basándose en un test, alguien afirma que nuestro hijo tiene TDAH?

Muchos padres lo sabemos. Comienza un calvario de vistas a especialistas que te derivan a otros especialistas, que te recetan medicamentos y terapias, que te remiten a más terapias. Te acabas dejando un dineral, un tiempo y parte de tus nervios para rara vez, observar resultados positivos y/o definitivos.

He trabajado muchos años en sistemas informáticos, y la solución que se aportaba al posible trastorno de mi hija, me resultaba familiar “poner parches”. Soluciones que aparentemente tapan el problema, pero que nunca se sabe a largo plazo que nos pueden traer de nuevo. Como el símil con la informática, acabamos llenando a nuestros niños con datos innecesarios que a largo plazo pueden derivar en un problema aún mayor que pueden hacer que la persona “pete”.

Debido al aumento del diagnóstico en niños, en mi entorno encontré a muchos padres con el mismo problema, muchas personas que me recomendaron especialistas y terapias, muchas páginas web donde se informa y en muchos casos desinforma acerca de las posibles soluciones, muchas de ellas “parches”.
Creo que a la mayoría de nuestros hijos no les pasa nada, que es el sistema educativo y social el que está enfermo, un sistema que sigue educando como en la era industrial, preparando niños para un mundo que probablemente ya no existirá. Un sistema que no se adapta a las circunstancias actuales ni al aumento de niños con otras necesidades educativas.

Cuando veo que mi hija devora revistas como “Muy Interesante” o “National Geographic” y que sin embargo suspende las asignaturas de sociales y naturales, me pregunto que puede ser lo que está pasando. Ella es una niña que muestra interés por el conocimiento a la vez que muestra gran desinterés por las asignaturas curriculares. No me habla de chicos ni de maquillajes, cosas propias de las niñas de su edad, me habla de experimentos científicos, de descubrimientos, de lo que comenta Punset, lee libros de 1.000 páginas y razona como un adulto. 

Y sin embargo, el sistema la excluye. Es molesta, no para quieta, no estudia todo como un lorito, hace preguntas incomodas y no se adapta al “estándar”. Pero…¿Cuál es el estándar?¿Por qué negar la variedad?¿Por qué seguir creyendo que lo que funciono en el pasado continuara siendo válido para el futuro?

No niego que mi hija pueda tener un TDAH, simplemente no me convencían las soluciones que me daban. No quiero convertir a mi hija en una “rarita”, quiero que crezca en un entorno natural, no en uno forzado donde se le trasmita que tiene una enfermedad. No quiero perder el tiempo poniendo “parches”, prefiero utilizarlo en darle herramientas para la vida, enseñarle a superar la frustración, a solucionar conflictos, a organizarse, fomentar su voluntad. Cosas que desgraciadamente no enseña el sistema educativo y que por falta de tiempo muchas veces los padres tampoco hacemos.

En mi caso y tras mucho investigar opté por el Neurofeedback Neuroptimal, una herramienta que entrena nuestro cerebro y optimiza su rendimiento. Tras exponernos ambas, mi hija y yo, al método, comprobé resultados excelentes. Ella sigue siendo ella, aunque tanto en casa como en el centro hemos observado mejorías notables. Pero creo que el mayor avance que se ha producido ha sido en MÍ. En mi percepción de los hechos, en la tranquilidad con la que afronto ahora todo, en el aumento de mi nivel de resilencia. Muchas veces creo que somos los propios padres los que sobredimensionamos y nos dejamos llevar por el entorno. Es esta actitud nuestra la que más puede perjudicar a nuestros hijos. Si nosotros creemos que ellos tienen un problema así se lo trasmitimos. No hacen falta verbalizaciones tan solo a través de nuestro comportamiento se lo estamos diciendo.

Ahora lo veo de otra manera, veo a mi hija como es, despistada, movida y en ocasiones molesta, pero ella es así y así la acepto y la quiero. No quiero cambiarla, quiero que siga su curso natural, que aprenda y se relacione a su manera, aunque para el resto del mundo pueda parecer una “rarita” sin tratar y yo una madre que le niega un futuro mejor. Es mi decisión, puede que me equivoque, pero como madre y sabiendo que nadie tiene la llave de la verdad absoluta, me arriesgo.

Decidí hacerme entrenadora del método y desde que lo utilizo en casa con el resto de los miembros de mi familia y con otras personas veo cómo va mejorando nuestro día a día. Ahora mismo lo que creo es que no hay trastornos ni enfermedades en nosotros, al menos no tantos como los que nos hacen creer. Creo que es el tipo de vida al que nos vemos expuestos, el estrés, las prisas, las exigencias del entorno, la falta de madurez y los miedos, lo que hace que aparezcan síntomas. Síntomas que cuando estamos relajados y nos sentimos bien desaparecen. 

Al igual que cualquier musculo del cuerpo, el cerebro tiene la capacidad de repararse si mismo. El Neurofeedback nos ayuda a ponernos en forma mentalmente, al igual que lo hace el ejercicio físico con nuestros músculos.

Neurofeedback es un método no invasivo que se basa en la autorregulación natural del cerebro y que reduce considerablemente los síntomas de muchos trastornos neurológicos. 



Sofía Martínez Elduayen