Bienvenido al blog, aquí encontrarás terapias y alternativas a la medicación para niños hiperactivos. Porque no todos los niños hiperactivos son TDAH.

La finalidad de este blog es dar a conocer mi experiencia como madre, mi día a día alternativo.


Por mucho que mediquemos si el diagnóstico es erróneo, es decir no hay un problema neuronal sino un problema de visión, de oído, de estrés, de alimentación no adecuada o de lateralidad cruzada, lo único que haremos es empeorar a nuestros hijos. Porque el problema de fondo continuará.

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jueves, 21 de marzo de 2013

Uso y abuso de metilfenidato


(Rubifen, Concerta, Ritalin…)

¿Que es el Ritalin?
El Ritalin es el nombre para el metilfenidato, clasificado por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos como un narcótico de Clase II: la misma clasificación que la cocaína, la morfina y las anfetaminas. Los adolescentes la usan por su efecto estimulante.
Aunque el Ritalin se usa como fármaco recetado, comúnmente utilizado para tratar a niños y adultos diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención (cuando se toma correctamente, ayuda a las personas a mantener la concentración y la claridad) se ha hecho uso indebido, especialmente por la universidad, la escuela secundaria.
En junio de 2005, la Administración de Alimentos y Drogas de EE.UU. publicó una serie de consejos de salud pública que advertían que el Ritalin y drogas como ésta pueden causar alucinaciones visuales, pensamientos suicidas y comportamiento psicótico, así como comportamiento agresivo o violento.

¿Cómo comienza el abuso del Ritalin?
Parece tan simple al principio. Un estudiante se queda un poco atrasado en sus estudios. Se va a presentar a un examen y necesita prepararse. Tendrá que estar despierto hasta tarde para tener alguna oportunidad de pasar el examen. El café le pone nervioso, pero muchos de sus amigos usan estas pastillas para obtener la energía extra que necesitan. ¿Por qué no? Poco dinero; una pastilla, una noche entera de estudio; un sentimiento de “concentración”.
Ahí quizás sea donde empieza, pero muy a menudo no es donde acaba.
Algunos estudiantes muelen el Ritalin y lo inhalan como la cocaína para tener una absorción más rápida. “Te mantiene despierto durante horas”, dijo uno de ellos.

Y así como la cocaína o cualquier otro estimulante, esa agradable “explosión” es inevitablemente seguida por un “bajón”, un sentimiento de fatiga, depresión y un estado de alerta disminuido.
Y por supuesto, el consumidor pronto llega a saber que esta sensación de “bajón” puede ser aliviada con la “ayuda” de otra pastilla que te ponga arriba otra vez. Y así va.

Lo siguiente puede ser una dosis mayor, o inhalar para un estado eufórico mayor. La tolerancia aumenta, así que uno tiene que usar más. Estas dosis mayores de Ritalin o Concerta, pueden conducir a convulsiones, dolores de cabeza y alucinaciones. Esta poderosa sustancia, parecida a la anfetamina, puede incluso conducir a la muerte, como en los muchos casos trágicos de niños que han muerto de un ataque al corazón causado por el daño relacionado con la droga.

“Probé por primera vez el Ritalin cuando estaba en el séptimo grado (secundaria). Me lo recetaron… pensaron que tenía un ligero TDA (trastorno de déficit de atención), ya que lo fingí y de esta manera podría tener una excusa para no ir bien en el colegio (tan sólo era perezosa). Nunca me di cuenta de que me estaba volviendo adicta y, por tanto, no había ninguna diferencia con cualquier drogadicto habitual.

Sobredosis de metilfenidato
Los efectos de la sobredosis de metilfenidato son similares a otras drogas simpaticomiméticas como las anfetaminas, actuando principalmente sobre el sistema nervioso central y el sistema cardiovascular y produciendo una amplia gama de manifestaciones clínicas. Los efectos neurológicos incluyen irritabilidad, agitación, euforia, vértigo, inquietud, alucinaciones, psicosis, letargo, temblores, y hiperreflexia.

Las manifestaciones cardiovasculares incluyen taquicardia, hipertensión, taquiarritmias supraventriculares y ventriculares, y dolor de pecho. Los pacientes también experimentan midriasis, diaforesis, el taquipnea, fiebre, vómitos y dolor abdominal. Hipertermia y arritmias ocurren en las intoxicaciones severas.

“Un día tomé alrededor de 40 mg de ritalin y sentí que me puso al límite de mi juego. Permanecí despierta durante días, hasta el punto en que sufrí un episodio psicótico grave. ¡Fue terrible! Todo parecía estar derritiéndose, transformándose en otra cosa y estaba aterrorizada”…

Alcance del abuso del Ritalin
El consumo de fármacos recetados tales como el Ritalin está aumentando.
En el 2006, casi 7 millones de norteamericanos abusaban de fármacos recetados, incluyendo Ritalin, más de la cantidad de los que consumían cocaína, heroína, alucinógenos, éxtasis e inhalantes, combinados. Esos 7 millones eran sólo 3.8 millones en el 2000, un incremento del 80% en sólo seis años.
En el 2007, el 3.8% de los alumnos de secundaria informaron haber consumido Ritalin sin receta al menos una vez durante el año anterior.
En el 2004, el metilfenidato (Ritalin) estuvo implicado en unas 3,601 visitas a las salas de urgencias de hospitales, comparado a 271 en 1990.
Entre 1990 y 2000, en Estados Unidos hubo 186 muertes relacionadas con el Ritalin. El riesgo más alto es para quienes inhalan la droga en grandes cantidades.

Desde 1995, se ha clasificado en la lista de la Administración de Control de Drogas de EE.UU. como uno de los medicamentos “más robados”.
Los nombres callejeros populares del Ritalin incluyen Cocaína de Dieta, cocaína para niños, vitamina R, R-balón, bolera, coca para niños y Skippy.

Fuente: http://www.centroadiccionesbarcelona.com

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