Actualmente un 3 a 5% de los niños en edad escolar presentan Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), siendo seis veces más frecuente en los hombres. Normalmente se ve reflejado en niños muy inquietos con una falta de atención muy llamativa o notoria. El 40% de estos niños presentan problemas de aprendizaje y también personales.
En muchos de los casos la hiperactividad puede ser causada o agravada por alguna disfunción o desorden de integración sensorial en el niño. Esto quiere decir que posee problemas para procesar estímulos que nuestros ojos, oídos, boca, nariz, articulaciones, piel, o músculos perciben del ambiente y llevan hasta nuestro cerebro
Para entender un poco mejor cómo funcionan los estímulos (ya sea luz, sonidos, movimientos, etc.) y su procesamiento, imaginemos el sistema nervioso como una maraña de cables entrelazados, con interruptores y switches, conectados con una lámpara al final. En un niño calmado, un estímulo enciende solamente una lámpara. En un niño hiperactivo, el mismo estímulo puede encender al menos unas quince lámparas. Esta reacción exagerada hace que el niño pueda no ser capaz de analizar u organizar sus pensamientos o balancearlos adecuadamente. Estas reacciones inapropiadas a los estímulos es a lo que se le llama disfunción de integración sensorial o simplemente problemas de IS.
Generalmente, los adultos tienen problema manejando a un niño que posee problemas de IS y se comportan de una manera que los adultos consideran como diferente. A veces es difícil para los padres entender que el niño no se comporta de esta manera a propósito sino que simplemente es incapaz de comportarse de alguna otra manera.
En muchos de los casos para corregir o arreglar el problema se utiliza el abordaje médico que consta en prescribir medicación al niño para ayudarlo a concentrarse. Usualmente, se le administra una dosis de manera que pueda concentrarse bien durante las horas de escuela. Alguno padres les gustaría recibir una guía para mejorar el comportamiento del niño en la casa.
La terapia de Integración Sensorial se puede utilizar como un abordaje complementario o sustituto ayudando al niño de una manera mucho más efectiva e integral.
Algunas de las actividades recomendadas bajo este abordaje que pueden ayudar a los niños a canalizar su energía, mantener su atención y poder trasladarla de una actividad a otra son las siguientes:
Brincar sobre un trampolín o cama elástica.
Jalar objetos (una cuerda, un wagon, una canasta llena de juguetes).
Recibir un abrazo de oso.
Caminar sobre las manos (carretillo).
“Empujar la pared” (De pie con la manos sobre la pared).
Llevar un bulto con peso.
Jugar con hoppity hop balls (Bolas con agarraderas donde los niños puede sentarse y brincar)
Mecerse en una hamaca.
Jugar con juguetes con alto contenido táctil (rugosos, ásperos, fríos, etc.)
Masticar chicle o comida crujiente como palitos de ajonjolí, brócoli, manzana, zanahoria cruda, nueces.
Tomar jugos densos con pajilla.
Envolverlo con cobijas (hacer un “burrito”)
Llevar/cargar objetos pesados con ambas manos.
Empujar cajas o bloques grandes de cierto peso o armar caminos o casas con esas cajas.
Jugar a jalar una cuerda que lleva una canasta o una caja donde va otro niño. Puede ser por turnos y pueden jalarla o empujarla.
Recibir un masaje, la dirección debe ser de la cabeza hacia los pies.
Trabajo de jardín, usando rastrillo, pala o carretillo.
Sentarse sobre una patineta y empujar o ser empujado por un compañero. Puede también acostarse.
Usar juguetes “rellenos” con frijoles, arroz o pelotitas pequeñas.
Estas actividades pueden ayudar de distintas formas:
Satisfacen la necesidad de estímulos sensoriales. Algunos niños tienen altas necesidades sensoriales a nivel táctil,pueden buscar sensaciones de una forma desorganizada.
Brinda sensación dirigida al cuerpo para que la mente pueda concentrarse. Cuando el niño recibe cierto tipo de sensaciones (cómo las propioceptivas o vestibulares), su cuerpo puede canalizar la energía “extra” y logra así realizar actividades que requieran atención por un tiempo prolongado. Por ejemplo, el comer palomitas en el cine, canaliza el movimiento a través de la boca puede permanecer más tiempo sentado y atento.
Estas actividades ayudan a nivel neurológico. Las actividades de integración sensorial ayudan a los sistemas sensoriales, tales como el sistema vestibular (que se relaciona con el equilibrio y la posición en el espacio), facilitando un trabajo de diferentes partes del Sistema Nervioso Central. Algunas actividades, como rebotar sobre una bola grande, ayudan en la propiocepción (sentido del movimiento y conciencia del cuerpo) y organización cerebral.
Para más información acerca de intervención en el área de Integración Sensorial, puede hacer click aquí.
Fuente: http://blog.desarrollandomentes.com/2013/04/06/actividades-de-integracion-sensorial-para-ninos-con-trastorno-por-deficit-de-atencion-con-hiperactividad/
En muchos de los casos la hiperactividad puede ser causada o agravada por alguna disfunción o desorden de integración sensorial en el niño. Esto quiere decir que posee problemas para procesar estímulos que nuestros ojos, oídos, boca, nariz, articulaciones, piel, o músculos perciben del ambiente y llevan hasta nuestro cerebro
Para entender un poco mejor cómo funcionan los estímulos (ya sea luz, sonidos, movimientos, etc.) y su procesamiento, imaginemos el sistema nervioso como una maraña de cables entrelazados, con interruptores y switches, conectados con una lámpara al final. En un niño calmado, un estímulo enciende solamente una lámpara. En un niño hiperactivo, el mismo estímulo puede encender al menos unas quince lámparas. Esta reacción exagerada hace que el niño pueda no ser capaz de analizar u organizar sus pensamientos o balancearlos adecuadamente. Estas reacciones inapropiadas a los estímulos es a lo que se le llama disfunción de integración sensorial o simplemente problemas de IS.
Generalmente, los adultos tienen problema manejando a un niño que posee problemas de IS y se comportan de una manera que los adultos consideran como diferente. A veces es difícil para los padres entender que el niño no se comporta de esta manera a propósito sino que simplemente es incapaz de comportarse de alguna otra manera.
En muchos de los casos para corregir o arreglar el problema se utiliza el abordaje médico que consta en prescribir medicación al niño para ayudarlo a concentrarse. Usualmente, se le administra una dosis de manera que pueda concentrarse bien durante las horas de escuela. Alguno padres les gustaría recibir una guía para mejorar el comportamiento del niño en la casa.
La terapia de Integración Sensorial se puede utilizar como un abordaje complementario o sustituto ayudando al niño de una manera mucho más efectiva e integral.
Algunas de las actividades recomendadas bajo este abordaje que pueden ayudar a los niños a canalizar su energía, mantener su atención y poder trasladarla de una actividad a otra son las siguientes:
Brincar sobre un trampolín o cama elástica.
Jalar objetos (una cuerda, un wagon, una canasta llena de juguetes).
Recibir un abrazo de oso.
Caminar sobre las manos (carretillo).
“Empujar la pared” (De pie con la manos sobre la pared).
Llevar un bulto con peso.
Jugar con hoppity hop balls (Bolas con agarraderas donde los niños puede sentarse y brincar)
Mecerse en una hamaca.
Jugar con juguetes con alto contenido táctil (rugosos, ásperos, fríos, etc.)
Masticar chicle o comida crujiente como palitos de ajonjolí, brócoli, manzana, zanahoria cruda, nueces.
Tomar jugos densos con pajilla.
Envolverlo con cobijas (hacer un “burrito”)
Llevar/cargar objetos pesados con ambas manos.
Empujar cajas o bloques grandes de cierto peso o armar caminos o casas con esas cajas.
Jugar a jalar una cuerda que lleva una canasta o una caja donde va otro niño. Puede ser por turnos y pueden jalarla o empujarla.
Recibir un masaje, la dirección debe ser de la cabeza hacia los pies.
Trabajo de jardín, usando rastrillo, pala o carretillo.
Sentarse sobre una patineta y empujar o ser empujado por un compañero. Puede también acostarse.
Usar juguetes “rellenos” con frijoles, arroz o pelotitas pequeñas.
Estas actividades pueden ayudar de distintas formas:
Satisfacen la necesidad de estímulos sensoriales. Algunos niños tienen altas necesidades sensoriales a nivel táctil,pueden buscar sensaciones de una forma desorganizada.
Brinda sensación dirigida al cuerpo para que la mente pueda concentrarse. Cuando el niño recibe cierto tipo de sensaciones (cómo las propioceptivas o vestibulares), su cuerpo puede canalizar la energía “extra” y logra así realizar actividades que requieran atención por un tiempo prolongado. Por ejemplo, el comer palomitas en el cine, canaliza el movimiento a través de la boca puede permanecer más tiempo sentado y atento.
Estas actividades ayudan a nivel neurológico. Las actividades de integración sensorial ayudan a los sistemas sensoriales, tales como el sistema vestibular (que se relaciona con el equilibrio y la posición en el espacio), facilitando un trabajo de diferentes partes del Sistema Nervioso Central. Algunas actividades, como rebotar sobre una bola grande, ayudan en la propiocepción (sentido del movimiento y conciencia del cuerpo) y organización cerebral.
Para más información acerca de intervención en el área de Integración Sensorial, puede hacer click aquí.
Fuente: http://blog.desarrollandomentes.com/2013/04/06/actividades-de-integracion-sensorial-para-ninos-con-trastorno-por-deficit-de-atencion-con-hiperactividad/
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