El inicio del ciclo lectivo genera nuevos desafíos para todos, y para aquellos a quienes el estudio no resulta llevadero, una técnica creada en 1969 puede ser la solución. Cómo el Brain Gym ayuda a despejar la mente, enfocar la atención y revertir casos de hiperactividad, dislexia y trastornos de conducta
Mientras que algunos padres agradecen recuperar la rutina, otros suman una nueva preocupación a su agenda: qué hacer para que los hijos se enfoquen en el estudio, conserven la disciplina y, por sobre todas las cosas, incorporen el conocimiento impartido en las aulas.
Educadores y psicopedagogos reflexionaron sobre el tema a lo largo de los años. Pero no fue hasta las últimas décadas que el análisis se vio enriquecido por el estudio del funcionamiento del cerebro.
Es en este contexto que se inscribe una novedosa técnica que propone generar nuevas conexiones neuronales para lograr el equilibrio y mejorar el aprendizaje en cualquier área.
Denominada Brain Gym o “gimnasia cerebral”, busca “detectar y equilibrar las tensiones que se acumulan a lo largo de la vida en el área de aprendizaje y también en el desarrollo de la creatividad y el logro de metas”, explicó la doctora Susana Buscaglia, psicóloga acreditada por la Brain Gym International.
Se trata de un conjunto de ejercicios que se pueden practicar en cualquier lugar y en cualquier momento, “una rutina que permite integrar distintas partes del cerebro para resolver problemas como la dislexia, la hiperactividad, el déficit de atención y mejorar habilidades como la concentración, la organización, la lectura o la escritura, entre otras”, puntualizó Buscaglia.
Creada por el educador Paul Dennison, quien en 1969 fundó el concepto de kinesiología educativa en su Centro de Aprendizaje de California, Estados Unidos, la gimnasia cerebral se propone hacer de cualquier habilidad una acción refleja y automática. “Algo que en algún momento fue complicado como leer o conducir, pasa a ser fácil y cotidiano”, sintetizó Buscaglia.
La clave de la gimnasia cerebral es la integración de los hemisferios cerebrales, ya que “generalmente los bloqueos de aprendizaje se deben a que la persona está trabajando con un solo hemisferio y por eso no se pude procesar la información, el cerebro actúa unilateralmente y recibe datos pero no los integra, lo que sugiere un mal manejo de la lateralidad”, indicó la especialista.
Para ello es necesario hacer una serie de ejercicios que permiten lograr el equilibrio. Al caminar -dice Buscaglia- nos equilibramos alternando el pie izquierdo con el derecho, lo que supone una conexión de movimientos opuestos, izquierdo y derecho, atrás y adelante, superior e inferior, fomentando un estado integrado en el cerebro
El equilibrio se restablece mediante la realización del PACE, es un acrónimo que significa positivo, claro, energético y activo. Estas son las cuatro cualidades necesarias para el aprendizaje personal con un cerebro totalmente integrado y los ejercicios correspondientes que contienen las cualidades de energizar, aclarar, activar y positivo.
En primera instancia, se debe tomar agua porque es el único conductor de energía eléctrica al cerebro. Luego, se masajea la base del cuello y el ombligo –puntos relacionados con la medicina china- para liberar miedos, llevar más sangre a la carótida y oxigenar el cerebro. Esto permite “salir de la confusión” y aclarar las ideas.
Posteriormente se realiza una marcha para que los hemisferios se crucen, por ejemplo, se puede tocar la rodilla izquierda con la mano derecha y viceversa.
Por último, los “ganchos de Cook”, es decir, la palma de la mano izquierda sobre la derecha se pliega hasta el pecho. Esta figura representa el ocho tibetano, la energía que no tiene comienzo ni fin.
El programa continúa con la asistencia de un terapeuta que ayuda a la definición de una meta clara y concisa, una frase redactada en tiempo presente sobre la que se centra el trabajo. Luego se dramatiza la situación planteada y se aplican programas específicos de ejercicios según el caso.
Al margen de la estrategia desarrollada para cada persona en particular, los primeros pasos de la rutina de la gimnasia cerebral pueden ser realizados en cualquier parte. “En la oficina, en la escuela, en el hogar, todos los días deberíamos hacer esa mínima rutina que no requiere más de 5 minutos para alcanzar nuestro propio equilibrio y poder comenzar cada día de la mejor manera”, concluyó Buscaglia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario